Lucha entre un retiarius ,que ya ha perdido la red, y un secutor. Villa romana de Nenning, Alemania (siglo II-III d. C.) |
Su nombre
deriva de su arma más característica, la red (rete en latín). Esta red cuadrada tenía unos pesos en las esquinas
para facilitar su lanzamiento. El retiarius
necesitaba una distancia mínima para poder maniobrar la red y así lanzarla
al enemigo y que quedase enredado en ella. Para este fin se ayudaba de un tridente (fuscina) de larga asta, el cual portaba en la mano derecha junto con una daga (pugio). Igualmente, la red tenía un
cordel que iba atado a la muñeca izquierda del gladiador para así poder
recuperarla en caso de errar el tiro. Si el retiarius
lo veía necesario podía cortar la cuerda con el pugio y pasar a una segunda fase en el combate, en la que su única
arma sería el tridente. Otra razón para cortar la cuerda podía ser el hecho de
que el tiro fuera exitoso y el enemigo comenzase a atraer al retiarius hacia él con el peligro que
conllevaba por el mejor armamento que poseía el contrario.
Como
protecciones contaba con una manica
que portaba en el brazo izquierdo (brazo de la red) que era el que quedaba más
expuesto a la hora del lanzamiento. En el hombro del mismo brazo se colocaba el
galerus, una placa de bronce, casi
cuadrada. Se proyectaba unos 12-13 centímetros para proteger el cuello y la
mayor parte de la cabeza de los golpes laterales. El borde superior del
guardahombros estaba ligeramente curvado hacia afuera, lo que retardaba los
golpes deslizantes y permitía a la cabeza moverse libremente. La testa no
tenía más protección, ya que para poder maniobrar la red necesitaba tener un
buen campo de visión.
Conociendo
el gusto de los romanos por las confrontaciones por tipologías de gladiadores en la arena, este no
era una excepción. Los retiarii se
enfrentaban en la mayoría de las ocasiones a un secutor (seguir en latín,
por la acción que realizaba de seguir al retiarius).
Este gladiador se creó de forma específica para hacer frente a las armas y las
defensas del pescador. Otra
confrontación común era contra el murmillo
(pez), la lucha entre el pescador con su red y el pez. El casco característico
del murmillo con su cresta, hacía que
fuese fácil que la red se le enredara en la cabeza destinándolo a un final
fatal.
Una vez se
pasaba a la segunda fase del combate en la que el retiarius había perdido la red, era preferible usar el mango del
tridente con las dos manos, lo que permitía al luchador usar ambos extremos y
poder imprimir mayor potencia a sus ataques. Pese a esto, el gladiador podía
empuñar la daga con la mano izquierda, donde le protegía la manica y el galerus, y mantener el tridente en su mano derecha. El casco del secutor era liso para que los ataques del tridente resbalasen por
su superficie. Lo que podía hacer el retiario
era enredar entre los dientes de su arma la espada el secutor o presionar los bordes del escudo.
El retiarius participaba también en una
modalidad de combate especial que consistía en colocarse sobre un estrado
cuadrado (entre 1 ó 2 metros sobre la arena) al que solo se podía acceder desde
dos rampas opuestas. Desde esa posición ventajosa, el retiarius debía hacer frente a dos sectores que ascendían a la vez, uno por cada lado, tratando de
derribarle. En la plataforma contaba con un número indeterminado de piedras
para poder defenderse de los atacantes. Esta modalidad se conocía como pontarii, por la forma de puente (pons) que tenía la plataforma.
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